lunes, 28 de febrero de 2011

El ojo del artista










Es un verdadero placer descubrir palabras como estas del puño y la voz de artistas que llegaron a conmoverme...
Siendo pequeña, caía hipnotizada en "Composición 8" y en la adolescencia fascinada con Mondrian pinté una pared de mi habitación de cada color y las intervine neoplasticistamente... Los conocí por su obra, y con el tiempo confirmé que los conocí... que me llegó su esencia, que despertaron en mi lo que querían despertar, y si bien jamás caminé por la senda de los pinceles, el mensaje fue asimilado.





Hoy es un gran día porque ha tenido lugar una revelación. Un relámpago iluminador ha desvelado, súbitamente, la interrelación existente entre todos estos dominios que brotó inesperada, desconcertante y alborozadamente de la obscuridad. Nunca antes habían estado tan estrechamente unidos. Nunca tan profundamente separados. Este rayo es el hijo de la obscuridad, de las sofocantes y exánimes tinieblas que se ciernen sobre nosotros y ensombrecen el cielo del espíritu [realismo]. A partir de ahora comienza la época de lo espiritual, la revelación del espíritu.
La consumación de una obra de arte auténticamente espiritual es un asunto lento y al comienzo parece accidental y carente de método. Para contemplar los colores en su propia escala y convertirse en un determinante de la creación artística, el artista no solo debe entrenar su ojo, sino que también debe adiestrar su alma.
Solo la evolución amplia nuestro circulo de experiencia de los diferentes objetos y seres. Solo la evolución les confiere un significado y una resonancia interna. Lo mismo sucede con el color...
El alma esta emergiendo purificada por la batalla y el sufrimiento. Las emociones mas crudas, como el miedo, la alegría y la tristeza, que pertenecían a ese tiempo de aflicción, dejan de atraer al artista. El artista intenta entonces despertar emociones todavía innominadas. De este modo, la complejidad y sutileza que animara su obra despertará en el espectador emociones sutiles mas allá de las palabras. (Kandinsky)









El arte, aunque un fin en si mismo, como la religión, es un medio a través del cual podemos conocer lo universal (espiritual) y contemplarlo plásticamente. La subjetivacion de lo universal es el arte de hacer descender lo universal con una mano, mientras que, con la otra, elevamos lo individual hacia lo universal.
Todo arte es, en mayor o menor medida, una expresión estética directa de lo universal. Este mayor o menor implica grados [de desarrollo o evolución]... En el ser humano esta aconteciendo una gran intensificación de la subjetividad, en otras palabras, un crecimiento y expansión de la conciencia. En la medida en que [lo espiritual] crece en el individuo, la subjetividad, sin dejar de ser subjetiva, disminuye. La subjetividad solo desaparece cuando tiene lugar un salto, una mutación de la existencia individual a la existencia universal.
La nueva cultura sera la del individuo maduro. Solo entonces el individuo podrá abrirse a lo universal y fundirse con ello.
(Mondrian)








Yo busco a Dios, lo busco dentro de mi... busco a Dios, busco mi rostro. Ya he perfilado su silueta y me esfuerzo por encarnarlo.
Solo podemos conectar con el reino del absoluto mediante la intuición, y para que ese reino se manifieste en el arte, es necesario que el artista permita que lo superconsciente tenga el privilegio de dirigir la creación.
(Malevich)









Mira mi obra hasta que lo veas. Quienes están mas próximos a Dios ya lo han visto. Quien no se desidentifique del ego, nunca logrará descubrir la vida y jamás alcanzará lo Absoluto.
(Brancusi)









Busco símbolos que pertenecen a los altares del futuro.
(Franz Marc)









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